DESEO ATMOSFÉRICO
NO, no, dijo el
Ángel, no.
Y Pedro le
preguntaba.
¿Qué te inventaba, un
relato, un cuento,
papeles, palabras, poemas qué
te decía para que tu
gritaras
a voces, tanto no,
que no, que no?
Silencio me ofrecía
silencio.
Un gran cielo con arco
iris,
lleno de nubes
azules,
auroras de madrugada
alrededor del
corazón.
Tantos noes ¡qué
goleada
de bolas heladas!
las últimas
negaciones
por la noche te
dolían.
Sí, sí, si a las
vocales, a todas
las mayúsculas,
al abecedario entero,
por todas las palabras
del mundo, si!
Allá por las nubes
sin que nadie lo vea
sin que nadie lo
escuche
cubierto de gotas de
agua
nace en sus mañanas
un nuevo deseo
atmosférico.
Sí, sí, sí que
lluevan palabras.
Badalona, 23 de enero
de 2017
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