OTOÑO ROJO

Otoño rojo

… Y si me abstuviera en

querer rozar tus labios,

en detener mis sentidos desordenados.

Estaría en contra

de principios y reglas

si al verte

henchida de tu cielo,

me abocase ante ti.

Estoy a favor,

de este otoño rojo

que calla lo que discute con el tiempo.

… Y si me abstuviera en

querer rozar tus manos,

en detener la sombra quinceañera de mi árbol.

La cabeza marchita ríe

y deja que sus versos caracoleen

entre prohibiciones y alegatos,

transformando la mañana

en soplo otoñal.

Badalona, 30 de septiembre de 2015

TE QUIERO MIRAR

Abrí el libro y leí:
Te quiero mirar dos veces:
una para deslizarme por el tobogan de tus ojos,
otra para columpiarme entre tus oscuras pupilas.
Te quiero ver de dos maneras:
algunos días con sonrisas,
algunas tardes con misterio.
Te quiero tocar con tacto:
una posando mi mano en tu espalda,
otra acariciando tu brazo.
Te quiero pensar con sigilo:
despacito por las mañanas,
con anhelo por las noches.
Te quiero tener a dos palmos:
la distancia justa a mi cara,
el trayecto a mi boca.

Cerré el libro y escribí:
Mírame si tienes ganas de hablar o guardar silencio.
Mírame. Da igual si es de día o empieza a oscurecer.
Mírame si estas contento o enfadado.
Mírame. Me quedaré callada esperando tu sonrisa.
Mírame si suena tu bachata preferida o un antiguo vals.
Mírame. Estaré al otro lado del paso de peatones.
Mírame y bailaremos.
Mírame. La imaginación la coloreo yo.
Te quiero mirar dos veces.