ERA REAL, PERO VOLO

Esperé de pequeña ver uno,

que apareciese por debajo de la cama

que saltase por la ventana

que entrase por la puerta

y ponerle un nombre.

Un día, sin esperarlo, apareció.

Me habló,

me abrazó,

me rozó,

me besó.

Era real, pero voló.

Ahora, aunque esté lejos: ilumina

Es hábil y tramposo.

Se deja sentir

antes de desaparecer.

Miras y ya no está.

Sólo digo a quién lo lanzó

que no lo dejaré marchar,

que me gustan sus travesuras

sus monogramas

sus locuras.

Así que quien quiera que fuese

vaya ahorrando en cartas y sellos

porque, de momento, tengo claro

que quiero volar a su lado.

Badalona, 24 de octubre de 2017